Grasas saludables en la dieta
Aunque estemos en la era de la información y tecleando en Google podamos encontrar todo aquello que se nos ocurra y mucho más, cada fuente aporta informaciones distintas, incluso contradictorias y pueden llevarnos a un estado de confusión mayor del que partíamos inicialmente. Además la publicidad bombardeándonos continuamente con sus mensajes destinados únicamente a vender y vender, los mitos grabados a fuego a base de repetición y la sabiduría (¿?) popular acerca de ciertos productos, han llevado a determinados alimentos y, más en concreto, a determinados nutrientes como la grasa al cajón de los "no recomendables", sustituyéndolos por productos menos adecuados en una dieta sana. Su alto poder saciante y sus beneficios para la salud, las hacen estar en la lista de los nutrientes imprescindibles. Así que ¡toma nota!
Hoy vamos a centrarnos en las grasas, para dejar claro de una vez por todas aquellas grasas que son saludables y deben formar parte de nuestra alimentación diaria. Las grasas, además de sus cualidades positivas para el funcionamiento del organismo, llevan asociadas sustancias muy beneficiosas para nosotros como la vitamina E, de gran poder antioxidante.
En general, las grasas más cardiosaludables son de origen vegetal, estando presentes en alimentos como:
Frutos secos: siempre crudos o tostados (nunca fritos y salados). Además de las clásicas almendras, avellanas, cacahuetes, nueces, etc. podemos consumir frutos secos en forma de crema (insisto, cremas sin azúcares, ni aceites añadidos, solo el fruto seco tostado o crudo y triturado). Podemos consumirlas untadas en pan en el desayuno o la merienda. Otra forma sería añadiendo estas cremas a una salsa, enriqueciendo así nuestros platos dando además un toque de sabor original y delicioso. Se pueden usar en postres, para hacer un exquisito helado (crema de cacahuete con plátano congelado, bátelo todo en un robot de cocina y alucinarás). ¿Dónde los compramos? En la tienda de frutos secos del barrio, mucho mejor que los envasados del súper. Ojo con las bebidas de frutos secos, suelen contener una cantidad mínima del fruto y llevar azúcares añadidos en cantidad. No compensa.
Aceites de semillas virgen extra: en este punto siempre remarco el proceso de obtención. Deben ser aceites obtenidos mediante procedimientos mecánicos (nunca químicos). Así nos aseguramos que no sean refinados y dispongan de todas sus cualidades nutricionales. Podemos encontrar una amplia variedad de aceites: lino, oliva, girasol nuez, sésamo... pero mirad muy bien que sean vírgenes y jamás refinados. ¿dónde podemos encontrarlos? En el herbolario seguro que los tienes.
Aguacate: es una de las frutas con más grasa que encontramos, junto con el coco. Personalmente prefiero recomendar el aguacate, ya que es un alimento que tenemos en nuestro país y ha tenido que viajar menos para llegar a nuestras mesas. El aguacate puede consumirse de muchas formas: en batidos, en ensalada, triturado como guacamole, en postres, etc. Compra un par de aguacates a la semana y seguro que se acabarán.
Semillas: en este post ya hablé de la importancia y beneficios de introducir semillas en la dieta. Además de la fibra, la proteína y los ácidos grasos, contienen numerosos antioxidantes que nos ayudarán a prevenir el envejecimiento celular y determinadas enfermedades como el cáncer. Tenemos una gran variedad a nuestro alcance: lino,sésamo, chía, girasol, calabaza, etc. ¿Dónde las podemos comprar? En el herbolario o ya cada vez más frecuentemente las pueden encontrar en el súper (sección comida sana).
Espero que te haya servido este artículo. Si quieres estar al día en temas de nutrición y deporte, suscríbete a nuestra Newsletter y te mantendremos informado.
Fotos: Pixabay